Fuente:
www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/03/18/mexico-cede-a-eu-riqueza-petrolera/
El acuerdo para la explotación de
pozos transfronterizos de hidrocarburos firmado entre México y Estados Unidos
pone en juego el 50 por ciento de las reservas del país, según los propios
cálculos de Pemex. El documento “marca la culminación de la desnacionalización
de la industria petrolera mexicana”, considera experto. Con su próxima entrada
en vigor, el país vecino tendrá permiso para explotar los yacimientos Delta Río
Bravo, Franja de Sal Alócotona, Cinturón Plegado Perdido y Planicie Abisal. El
potencial de la zona ya fue mapeado por la paraestatal, con un costo
para el erario mexicano de 50 mil millones de pesos
Nancy Flores/Mariela Paredes
En las aguas profundas del Golfo de México se localizaría el 50 por ciento
del oro negro del país. Se trata de los recursos prospectivos que
Petróleos Mexicanos (Pemex) ha calculado en la zona, de acuerdo con su boletín
informativo 19/2012, y que ahora se podrían compartir con Estados Unidos a
través de los llamados pozos transfronterizos.
Y es que tras cuatro años de intensas presiones
políticas del Departamento de Estado estadunidense y al margen del Congreso de
la Unión mexicano, los gobiernos de Barack Obama y de Felipe Calderón firmaron
el Acuerdo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América
Relativo a los Yacimientos Transfronterizos de Hidrocarburos en el Golfo de
México.
Para Sergio Suárez, investigador en el Instituto de Investigaciones
Económicas (Iiec) de la Universidad Nacional Autónoma de México, “el denominado
tratado Clinton-Espinosa marca la culminación de la desnacionalización de la
industria petrolera mexicana. [Con éste] se pierde soberanía, seguridad e
independencia petrolera, en función de restituir reservas, incrementar la
producción de crudo y mantener la de gas, al abrir indebidamente paso a las
trasnacionales en una actividad exclusiva de Pemex”.
Entre otras cosas, el Acuerdo establece en su artículo 7 que si se localiza
un yacimiento transfronterizo sin que haya sido aprobado un acuerdo de unificación
por las partes, cada país “deberá adoptar medidas para facilitar la explotación
del yacimiento transfronterizo como una unidad transfronteriza…”.
En el llamado Golfo de México Profundo, la paraestatal reconoce que ya
identificó recursos contingentes por 283 millones de barriles de petróleo crudo
equivalente e incorporó “reservas a nivel 3P (probadas, con un nivel de 10 por
ciento de certidumbre) por 822 millones de barriles”.
De 2000 a 2011, la subsidiaria Pemex Exploración y Producción destinó unos
50 mil millones de pesos a la exploración, perforación de pozos y adquisición
de información sísmica en la zona petrolera denominada Golfo de México
Profundo, refiere el boletín 19/2012. En esta se calcula recursos prospectivos
por 29 mil 500 millones de barriles.
México cuenta con mapas elaborados durante los dos sexenios panistas
respecto de las reservas prospectivas en las cuatro regiones que limitan con
Estados Unidos: Delta Río Bravo, Franja de Sal Alócotona, Cinturón Plegado
Perdido y Planicie Abisal. Entre otras cosas, las cláusulas de confidencialidad
que se establecen en el Acuerdo podrían ocultar el uso que darán los
funcionarios del gobierno federal a esta información.
Fabio Barbosa Cano, investigador en el Iiec, considera “inaceptable el
elevado número de cuestiones y la facilidad que el tratado establece para
declarar como información confidencial la información geológica. Se trata de asuntos que en un país como México, donde la
industria es de la nación, no pueden ser secretos; situación distinta a Estados
Unidos, donde los campos petroleros son propiedad de los inversionistas
privados”.
El artículo 2 del Acuerdo establece que es “confidencial cualquier
información o datos, incluyendo información geológica de cualquier tipo, clase
o naturaleza, ya sea escrita u oral, revelada por una de las partes a la otra,
que no está públicamente disponible y cuya información o datos han sido
identificados por la parte transmisora como confidencial”.
Sergio Suárez –doctor en investigación económica por la Universidad
Complutense de Madrid, España– señala que ya se identificaron y mapearon
siete provincias petroleras.
De éstas destaca “Cinturón Plegado Perdido. Si bien no han comprobado la
existencia de yacimientos, la ubican como el área de mayor prospectiva para
Pemex, por estimar que es la continuación de descubrimientos de crudo ligero
del lado estadunidense. Las demás provincias serán explotadas por empresas
trasnacionales vía contratos incentivados, al contar con la seguridad jurídica
y un acuerdo internacional respectivo para trabajar en zonas marítimas
mexicanas del Golfo de México.
“En consecuencia, culmina así el objetivo central de la reforma petrolera
de 2008: dar cierre al proceso de desnacionalización de la industria petrolera
mexicana.”
“Pemex perderá”
Este año “la estrategia exploratoria en aguas profundas privilegiará las
provincias geológicas propensas a contener aceite, como es el caso del Cinturón
Plegado Perdido y la provincia Salina del Bravo en la parte Norte de la porción
mexicana del Golfo de México”, refiere la paraestatal en su boletín 19/2012.
El maestro Fabio Barbosa Cano prevé que el Senado aprobará el Acuerdo casi
sin discusión, pero aclara que éste no es la culminación de un proceso: “Apenas
establece normas generales. La sociedad mexicana tiene que mantenerse vigilante
cuando se descubra el primer yacimiento transfronterizo, para conocer cuál es
la evaluación sobre reservas formulada por las partes, basada en la información
geológica específica; cuál es la producción esperada y qué porcentajes de las
reservas y de la producción corresponderán a cada país, qué mecanismos existen
para que técnicos independientes puedan revisar la información”.
El experto en reservas petroleras considera que “la
tendencia más probable es que si se descubren yacimientos no sólo al cruzar la
línea fronteriza, sino incluso cerca de la frontera, como es el caso de las
localizaciones Trión y Maximino, se utilizará la infraestructura de proceso ya
existente a unos 40-50 kilómetros al Norte en las instalaciones que opera [la
empresa de hidrocarburos Royal Dutch] Shell, para trasladar la nueva producción
mexicana a las refinerías en Houston, Texas”.
El maestro en ciencias Antonio Gershenson opina que
México llega a este Acuerdo bilateral sin ninguna ventaja. “Primero fueron
desmantelando la planta calificada de Pemex, ingenieros y similares, con el
pretexto de que ya no tenían [materia de trabajo]; le fueron encargando a
particulares cada vez más [trabajos]. En las aguas profundas [operan] puras
empresas extranjeras. Y ahora con el Acuerdo de la frontera marítima, mandan a
Pemex a asociarse sin medios propios, y en una zona en la que el ciento por
ciento de las perforaciones realizadas, su procesamiento y transporte está del
lado estadunidense”.
Sin embargo, el panista Felipe de Jesús Cantú Rodríguez, presidente de la
Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, considera que el Acuerdo es
benéfico para el país, porque “reduce los riesgos de pérdidas”.
En entrevista, asegura que la distribución del petróleo extraído de los
yacimientos transfronterizos se hará en partes iguales para México y Estados
Unidos. Respecto de las empresas contratadas tanto para los trabajos de
exploración y explotación, indica que éstas son confiables. “Cualquier manejo
deshonesto las haría perder mucho, pues son empresas internacionalmente
conocidas que perderían más por un acto deshonesto que por las ganancias que de
ello pudieran generar. Serían vetadas internacionalmente”.
(ESTE ES UN POBRE PÈNDEJO, QUE NO VE LAS
NOTICIAS, Y TODOS LOS ACCIDENTES OPERATIVOS QUE TUVO ESTADOS UNIDOS DONDE CONTAMINARON
GRANDES EXTENSIONES DE MARES CON SUS CONSECUENTES DESTRUCCIONES AMBIENTALES,
QUE ESTO NO ES RIESGO, DE ESTAS EMPRESAS CHINGONAS ???)
“Revertir el destino fatal”
El maestro Fabio Barbosa indica que la ruta trazada por el Acuerdo
bilateral no es “fatalmente el único destino de la producción mexicana en la
Región Norte: un gobierno nacionalista, preocupado por la transformación industrial
de las materias primas y el impulso al empleo en Tamaulipas y el Norte de
Veracruz, puede diseñar otros esquemas de desarrollo de los eventuales campos;
por ejemplo, el empleo de una unidad flotante de almacenamiento y proceso, como
las que ya operan en la Sonda de Campeche y las innumerables que Brasil ha
instalado en sus campos”.
Para la elaboración de este trabajo se solicitó la versión de Petróleos
Mexicanos. Al cierre de edición, aún se gestionaba la respuesta del gerente de
Comunicación Social, Wilhem Friedrich Hagelsieb Garza.
Congreso debe discutir a profundidad el Acuerdo
El abogado Humberto Hernández Haddad considera
necesario que los legisladores discutan a profundidad el Acuerdo bilateral
sobre yacimientos transfronterizos, que signaron la secretaria de Estado de
Estados Unidos, Hillary Clinton, y la secretaria de Relaciones Exteriores de
México, Patricia Espinosa, el 20 de febrero de 2012.
(ESTA OTRA PENDEJA QUE SABE DE PETROLEO (ESPINOSA),
POR ESO LA NOMBRARON EMBAJADORA, ES UNA VENDE PATRIA, HAY QUE DENUNCIARLA,
JUICIO POLITICO POR TRAICIÓN AL PUEBLO DE MEXICO)
“La Cámara de Senadores tiene que ser muy prudente y muy cuidadosa en
conocer a profundidad los contenidos y alcances de ese tratado, que pueden
hacer de la cuenca económica del Golfo de México una gran cuenca de armonía y
desarrollo de México y Estados Unidos si se hacen bien las cosas; o si no se
hacen bien, la pueden convertir en un pozo muy profundo de inagotables
controversias y litigios internacionales. Eso es lo que deben de tener en claro
los que van a dictaminar y votar ese tratado, que permitiría la explotación de
yacimientos petroleros submarinos transfronterizos por parte de empresas
privadas, con el consentimiento de los gobiernos de México y Estados Unidos y
la designación de una autoridad ejecutiva que administraría la extracción de
hidrocarburos en esos yacimientos transfronterizos, conforme lo indica en sus
25 artículos dicho tratado”.
Hernández Haddad refiere que si bien los diputados no tienen un mandato
constitucional específico en materia de tratados internacionales, “en este caso
sí tendrían una manera ineludible de participar en el estudio de la cuestión
petrolera en el Golfo de México, porque Pemex es una empresa que está sujeta a
la jurisdicción constitucional, presupuestal, y de vigilancia de su Cuenta
Pública por parte de los señores diputados”.
Pemex, una
empresa en crisis
OJO MUCHO OJO, PEMEX, SIEMPRE A OPERADO DE MANERA PRIVADA
Petróleos Mexicanos (Pemex) llega al 74 aniversario de la expropiación
petrolera en manos de la iniciativa privada. La exploración y
explotación de hidrocarburos, aún considerada un área reservada al Estado, ha
sido concesionada al sector privado por medio de contratos incentivados,
indican expertos.
Para el doctor Sergio Suárez, investigador en el Instituto de
Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, la
paraestatal ha transitado hacia la desnacionalización inducida desde los
centros del poder económico y petrolero internacional y nacional.
“Así se entiende el porqué de la caída en las reservas probadas de
petróleo, en función principalmente de las crecientes exportaciones a Estados
Unidos y no de una excesiva demanda interna; el aumento de las importaciones de
gasolinas ante la baja utilización de la capacidad instalada de las refinerías;
la desaparición de la petroquímica básica al trasladar, vía reclasificación,
petroquímicos básicos a secundarios. Con ello ingresaron las empresas
privadas.”
Suárez también señala que Pemex ha perdido su carácter nacional y
estratégico como una actividad exclusiva, conforme la Constitución lo mandata.
En el sector energético “las trasnacionales, apoyadas con la intervención
de los Estados, han encontrado una veta de negocios, mercados cautivos y una
fuente de ganancias. Con ello aumentan su poder y dominio global sobre el mundo
petrolero y energético”.
Por ello, Pemex estaría actualmente “maniatada” por trasnacionales y
gobiernos “neoliberales”. No obstante, acota, existen diferentes grupos
que han estado luchando por “salvar esa empresa pública y estratégica y
volverla a situar como centro de poder petrolero y financiero de la nación, y
así rescatar nuestra soberanía e independencia respectiva, como sostén de un
nuevo proyecto de desarrollo económico”.
El maestro en ciencias físicas Antonio Gershenson observa que en el
discurso se presenta a la paraestatal de forma muy optimista. “Los datos reales
del propio Pemex no dicen eso: sigue la fragmentación, cuando debe ser integral
y en una sola institución. La nueva refinería [Bicentenario] continúa en puras
palabras, nada de obra. Sigue disminuyendo la producción general: [el
yacimiento] Cantarell va en una quinta parte del máximo de su producción
alcanzado en 2004. Se habla de gigantescas reservas en Chicontepec [Huasteca
Baja, Veracruz], cuando las únicas reales, las probadas, y que fueron en enero
de 2011, 3.2 por ciento de las nacionales, cada año, desde 2009, produce menos
que el anterior. Pero le dan mayores presupuestos que regiones más
productivas”.
La historia
Para entender la situación por la que atraviesa la industria petrolera
mexicana, Sergio Suárez sintetiza su historia en tres periodos:
Uno: el inicio de la actividad petrolera se caracterizó por estar
concesionada a empresas extranjeras, que con el entonces presidente de México,
Porfirio Díaz, obtuvieron todas las facilidades para sobreexplotar los
yacimientos de petróleo en el país. En el periodo de 1901 a 1938, el Estado
intervino al aplicar políticas de apertura al capital privado extranjero. Una
pieza clave para el futuro de Pemex fue el artículo 27 de la Constitución
Política de 1917.
Dos: la histórica expropiación petrolera que ordenó el general y
expresidente del país Lázaro Cárdenas, en 1938, el 18 de marzo abarcó un
periodo de 45 años (1938-1983), la cual surgió de
una confrontación obrero patronal (disputa favorable a los trabajadores). Ésta
condujo el surgimiento de un espíritu nacionalista. La industria pudo subsistir
el embate de las compañías extranjeras, gracias a la actuación de los trabajadores
petroleros mexicanos, quienes la sacaron adelante. El Estado
colaboró al aplicar estrategias, políticas y medidas que permitieron impulsar
la integración vertical de Pemex, al desarrollar y unir las actividades downstream
(de manufactura, distribución y comercialización de productos derivados del
petróleo y productos químicos) y upstream (de exploración y
producción de hidrocarburos)en función del desarrollo y bienestar económico
y social del país, al sustentarse en un proyecto nacional fundamentado en la
Constitución. La empresa pública logró éxitos pero también se hizo de problemas
diversos. Los logros no han sido evaluados en su verdadera dimensión y algunos
de sus problemas se han sobredimensionado. El periodo fue favorecido por el
auge petrolero, dada la lucha reivindicativa de precios emprendida por la
Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Tres: hacia 1983 México entró en una crisis provocada por su deuda externa.
El hecho coincidió con la llegada al poder de “neoliberales”, ligados a los
centros de poder financiero y económico mundial; en síntesis, impusieron
libertad empresarial para realizar negocios, obtener ganancias y aumentar su
poder; seguridad legal en su proceder para apropiarse de empresas y actividades
públicas estratégicas y exclusivas, como las que integran a Pemex; y
disminuyeron la intervención del Estado en actividades constitucionalmente
destinadas a éste.
Suárez explica que así inició un “irrefrenable” proceso de
desnacionalización de empresas y actividades públicas. Se perdió soberanía e
independencia en materia de política económica y petrolera. Los principios que
marca la Constitución fueron enterrados, al aprovechar leyes
reglamentarias de carácter secundario, lo que las convirtió en el marco “legal”
de desnacionalización. (Mariela Paredes)
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