jueves, 9 de diciembre de 2010

BOLETIN DEL MMPMT EXTRAORDINARIO COBERTURA DESDE LA COP 16 - CANCÚN (09 DE DICIEMBRE DE 2010)

DISCURSO DEL PRESIDENTE EVO MORALES AYMA
INTERVENCIÓN EN SESIÓN DE ALTO NIVEL – COP 16 / CMP
9 DE DICIEMBRE 2010
Muchísimas gracias, hermana, compañera Canciller de México, Presidenta de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático. Saludo a los presidentes, jefes de delegaciones de los países del mundo, Organismos internacionales, a las fuerzas sociales y a la humanidad en su conjunto.

Nuevamente reunidos, ahora en Cancún México, para debatir, analizar y aprobar documentos, propuestas que permitan salvar a la vida y a la humanidad. Y por eso, quiero agradecer por la gran hospitalidad del pueblo mexicano y de su gobierno que ha garantizado la participación de todos los gobiernos y de los pueblos del mundo en Cancún.

Pero quiero preguntar a la Canciller. Presidenta, a qué venimos a Cancún México, siento y pienso que estamos convencidos todos que venimos a Cancún para dar esperanza a los pueblos del mundo, venimos aquí para dar esa confianza de los pueblos hacia sus presidentes, hacia sus gobiernos.

Venimos aquí a plantearnos cómo enfriar al planeta Tierra, estamos convencidos que el planeta está con elevada temperatura, el planeta está herido, y sentimos en los últimos años cómo el planeta tierra se convulsiona y como presidentes, como gobiernos, como jefes de delegaciones, como organismos internacionales tenemos una enorme responsabilidad con la vida y con la humanidad.

Cuál es la respuesta que daremos a los pueblos que esperan con esperanza una solución. Después de escuchar algunas informaciones mediante los medios de comunicación, vemos que todavía queremos repetir lo que ha ocurrido en Copenhague. Para mí Copenhague no ha sido un fracaso, si en algo ha sido fracaso es para las potencias del mundo, pero no para los pueblos del mundo.

Entonces, cuál es nuestra responsabilidad si queremos dar esa esperanza a los pueblos del mundo, es enfriar el planeta, es bajar la temperatura, pero cada uno de nosotros, especialmente presidentes, jefes de delegaciones, gobiernos, deben ponerse a la altura de millones y millones de familias que son víctimas del calentamiento global.

Como presidentes, pensemos en esas familias víctimas del calentamiento global, esa familia que enfrentan la falta de agua, que cada día ven que se muere su ganado, vacuno, ovino, auquénido, porque no hay agua en su comunidad, en su región y se siente impotente de resolver ese problema dramático de su familia. O pensemos en esa familia que perdió sus tierras porque ya no hay la isla, van a desaparecer las islas en el mundo, ese pequeño Estado o esas familias que vivían en las islas qué van hacer de acá a poco tiempo.

Cuál es el tema estructural, es el capitalismo, estamos debatiendo a veces solamente los efectos del calentamiento global y no las causas del calentamiento global y debemos ser responsables para debatir las causas del calentamiento global.

Desde hace dos a tres años atrás está en debate en la opinión pública mundial la crisis del capitalismo, y la crisis del capitalismo se expresa en cuatro aspectos centrales: Crisis financiera, crisis climática, crisis energética y la más importante la crisis alimentaria.

Acá venimos a debatir uno de los temas centrales que es la crisis climática, el medio ambiente, la naturaleza y si esa es nuestra responsabilidad, debatir profundamente la crisis del capitalismo, que lleva a la crisis climática.

Por tanto, siento que tenemos una enorme responsabilidad, y responsabilidad no solamente con los que vivimos en este momento, sino, con las futuras generaciones y si queremos ser responsables con las futuras generaciones, estamos obligados a cambiar estas políticas, a cambiar las causas del calentamiento global.

Por supuesto, son importantes los efectos, una obligación de gobiernos, de potencias, de regiones, es pagar la deuda ecológica, pero es más importante cambiar las causas del calentamiento global.

Tenemos la obligación de garantizar el cumpliendo del segundo periodo de compromisos. Por tanto, presidentas, presidentes, delegaciones de todo el mundo, si nosotros desde acá echamos al basurero el Protocolo de Kioto, seremos responsables de un ecocidio, por tanto, de genocidio porque estamos atentando contra la humanidad en su conjunto.

Segundo tema, si somos presidentes, si somos democráticamente electos por nuestros pueblos tenemos la obligación de escuchar el pedido clamoroso de los pueblos del mundo, tenemos la obligación de atender, de adoptar las decisiones de los pueblos del mundo y no podemos desde acá, a puertas cerradas tratar imponer documentos que no expresan el sentimiento y pensamiento de los pueblos, que viene del sufrimiento de ellos.

Ustedes saben que hay un gran debate en las Naciones Unidas para bajar o acabar con la extrema pobreza, la mejor forma de acabar o reducir la pobreza es enfriando el planeta tierra.

Por eso aprovecho esta oportunidad para brevemente hacer conocer las conclusiones de la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.

Una de las propuestas concretas es cómo estabilizar la temperatura en el planeta a 1 grado centígrado, por supuesto, para mí es la más importante, pero de acuerdo a las propuestas que vienen de algunas potencias, tratar de estabilizar a 2 Cº, hasta inclusive llegar a 4 Cº, imagínense, cómo estaría el planeta con 4 grados centígrados o 2 Cº. En este momento con 0,8 Cº ya tenemos problemas muy graves en el mundo.

He leído una información de las Naciones Unidas, de expertos y científicos que decía que cada año mueren 300.000 personas por el cambio climático y se calcula que en los próximos años van a ser 1.000.000 de muertes de seres humanos, por año, como efecto del cambio climático.

Segunda propuesta, tenemos que entender que la naturaleza es nuestro hogar que la tierra es nuestra vida. Así como nosotros tenemos derechos, la Madre tierra tiene también derechos. Yo estoy convencido queridos presidentes, presidentas, delegaciones del mundo que el ser humano no puede vivir sin la Madre Tierra o sin el planeta, pero, el planeta puede existir sin el ser humano.

Ahora ya no estamos en la época, en la era de debatir la lucha de clases, se acabó la lucha de clases, ahora estamos en la etapa de debatir la vivencia en armonía con la Madre Tierra, y la Madre Tierra, el planeta, la naturaleza, como queramos llamarla, tiene sus derechos. Así como en décadas pasadas Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, después aprobaron Derechos civiles, Derechos económicos, Derechos políticos, en los últimos años, por fin aprobamos los Derechos de los Pueblos Indígenas del mundo, este nuevo milenio es para debatir y aprobar desde las Naciones Unidas los Derechos de la Madre Tierra.

Derechos a regenerar su biocapaciad, derechos a tener una vida limpia sin contaminación de la Madre Tierra, derecho al equilibrio de la Madre Tierra, y si como seres humanos, como gobiernos no garantizamos el equilibrio de la Madre Tierra, su derecho a regenerar su biocapacidad, todos seremos responsables del genocidio.

Por otra parte, sabemos todos como presidentes, que es tan importante algunas medidas para respetar las normas, es muy importante la parte coercitiva si queremos defender la vida, y por eso con mucha sabiduría los pueblos del mundo plantean crear, fundar un Tribunal Internacional sobre la Justicia Climática, todos quienes no respetamos los derechos de la Madre Tierra debemos ser juzgados. Un Tribunal Internacional para hacer cumplir el Protocolo de Kioto u otras normas, que estoy seguro seguirán elaborando, si no son los gobiernos, los pueblos para defender al planeta.

Pero también, escuchamos con mucha preocupación sobre la economía verde, aquí venimos a Cancún México para salvar la naturaleza, para salvar al bosque, por tanto para salvar al planeta tierra. No venimos acá para convertir a la naturaleza en una mercancía, no venimos aquí para ver la sobrevivencia del capitalismo mediante los bonos de carbono. El bosque, la naturaleza es algo sagrado para los pueblos del mundo, y no podemos permitir que haya nuevas políticas para la sobrevivencia del capitalismo.

Queridos presidentes y presidentas, si no estamos convencidos sobre las causas profundas del calentamiento global que es el capitalismo, seguramente habrá muchas y muchas reuniones de presidentes, de gobiernos, de organismos internacionales y nunca le daremos solución a este problema que es sobre la vida y la humanidad. Pero también quiero decirles, que estoy convencido de que serán los pueblos que harán lo que tenían que hacer los gobiernos y lo harán con presidentes y gobiernos que acompañan a sus pueblos.

Por eso convoco a los presidentes y gobiernos de hoy, a hacer historia desde Cancún, desde México, para el bien de las futuras generaciones.

Las fuerzas sociales del mundo siempre han sido la fuerza motriz que cambian políticas, que acaban con imperios, que acaban con potencias, y las fuerzas sociales del mundo seguirán una batalla por la vida, por la humanidad en la búsqueda de la igualdad y dignidad de todos los pueblos del mundo.

Por eso en lugar de que los pueblos, las fuerzas sociales del mundo, se adelanten, seremos, o debemos ser los gobiernos aliados con los pueblos del mundo, quienes garanticemos la esperanza y la vida, de las futuras generaciones.

Presidentes, estamos convencidos que nuestros presidentes, nuestros gobiernos del mundo asumirán su responsabilidad, no solamente con ciertas potencias, con ciertas empresas transnacionales, sino con los pueblos del mundo, porque los pueblos, los movimientos sociales son más importantes que las empresas y las transnacionales de las cuales es importante su presencia, pero ahora, en este nuevo milenio tenemos la enorme responsabilidad de garantizar la vida, de garantizar a la humanidad y eso es garantizando la subsistencia del planeta tierra.

Presidenta, muchas gracias por haber permitido mi participación, y esperamos que todos acá demos esperanza a los pueblos del mundo.

Muchas gracias.