lunes, 19 de agosto de 2013

¿Por qué sería un crimen Privatizar PEMEX?

Radio Proletaria Chiapas 19 de agosto del 2013

La transformación del crudo
Por los mexicanos salvaría la nación

Si observamos los graves problemas que tiene el país, es difícil pensar que pueda haber salidas. Sin embargo, si nos detenemos a reflexionar su riqueza, es posible construir soluciones y posibilidades de un futuro digno para la nación.

Actualmente, Petróleos Mexicanos (PEMEX) aporta entre un 33% y un 40% de los ingresos del gobierno federal, y el 63% de los impuestos del país. PEMEX ha entregado el 90% o incluso, en algún momento, más del 100% de sus ganancias durante los últimos 16 años.

De 2006 a 2012, PEMEX aportó alrededor de 50 mil millones de dólares; recursos que en lo fundamental se han usado para solventar gastos improductivos, además de los “errores” administrativos y las corruptelas.

Desde inicios de los años ochenta, se implementó un plan para llevar a PEMEX a punto de venta (J. Saxe-Fernández, C. Fazio ). Contraviniendo lo dispuesto por los artículos 27 y 28 de la Constitución, las áreas más rentables fueron entregadas a grandes empresas extranjeras y nacionales. La petroquímica, la producción de plásticos, la refinación de gasolinas, incluidas áreas de exploración, producción y distribución, pasaron a manos privadas. De forma deliberada, se desmanteló la industria petrolera nacional; el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), uno de los centros de investigación e innovación más importantes del mundo, fue minimizado.

PEMEX se convirtió en un simple extractor de crudo, para satisfacer las necesidades e intereses energéticos de Estados Unidos y de empresas como Chevron, Halliburton, Exxon Mobil y aun españolas como Repsol.
La antinacional explotación del crudo llevó al agotamiento prematuro de las reservas y al desperdicio de millones de millones de pies cúbicos de gas, que debieron quemarse para mantener el nivel de producción de hidrocarburos. Hoy, según diversos cálculos, las reservas actuales pueden agotarse en unos 10 o 15 años, si se mantiene la política de despojo o se radicaliza, como se pretende con el nuevo proyecto privatizador.
A pesar de la destrucción deliberada, del endeudamiento que hipoteca el futuro de la nación y de PEMEX, la empresa pasó del lugar 64 en 2010, al 34 en 2012, entre las principales empresas del mundo con más altos niveles de desempeño ( ).

Las ganancias de PEMEX son suficientes para pagar sus impuestos normales, alrededor del 30% de sus utilidades, y financiar la recuperación y desarrollo de la petroquímica, la producción de plásticos, la refinación, la distribución y la exploración y producción de crudo y gas.


Pero, además, alcanzarían para financiar la reindustrialización y la soberanía económica de México. El faltante de los ingresos federales saldría del pago de los impuestos de los grandes evasores, que al año dejan de pagar al fisco entre 300 y 500 mil millones de pesos. Incluso habría un extra con los efectos multiplicadores de la inversión productiva, si las empresas de la industria automotriz pagaran el agua y los servicios públicos, por poner un ejemplo. Otro tanto sucedería si se recuperan las áreas estratégicas como la minería, las telecomunicaciones, el agua, etcétera.

Fuente: Elaborado por el Área de Investigación Económica y Social de la
Universidad Obrera de México.
Con información de Carlos Fazio, Antonio Gershenson, José Luis
Manzo, John Saxe-Fernández, la Jornada, PEMEX,
BP Statistical Review of World Energy 2013, CIA World Factbook.

Agosto de 2013 www.uom.mx | contacto@uom.mx