martes, 25 de enero de 2011

Indígenas de todo Chiapas se reúnen para despedir a Samuel Ruiz


Llegan a San Cristóbal desde Tila, Simojovel, Chenalhó, Chilón y otras regiones más para homenajearlo.

Hermann Bellinghauen, enviado
Publicado: 25/01/2011 13:32

Indígenas lloran la muerte del obispo. Víctor Camacho
San Cristóbal de las Casas, Chis.

Viene de lejos el homenaje de los indígenas chiapanecos a Samuel Ruiz García, jTatik (padre, en tzeltal), quienes hoy convergen por miles en la catedral consagrada al santo católico de los viajeros, San Cristóbal.

Viene de décadas atrás, y de todas las regiones indias de Chiapas. Desde la madrugada han arribado grupos de fieles desde Simojovel, Chenalhó, Chilón, Ocosingo, Tila, Las Margaritas, Motozintla. De las esquinas más ocultas del alguna vez “rincón más olvidado de la patria”, como expresaron los zapatistas en 1994.

Se celebran misas cada hora; a mediodía y al anochecer, las más solemnes. Organizaciones políticas y sociales, grupos parroquiales, comunidades tzeltales, tzotziles, choles, mam, tojolabales, una vez más “dan color” al paso de Ruiz García, quien como radioaficionado se identificaba como “Caminante”.

Durante las décadas de su presencia episcopal visitó la mayor parte de ellas. Aún no existían las carreteras y brechas que trajo la guerra a estas tierras, pero el jTatik llegaba. A pie o lomo de bestia. Hoy son esos pueblos los que llegan, y mañana habrán de enterrarlo aquí mismo, en la catedral que ocupa el centro de esta ciudad históricamente hostil a ellos.

En 1982 sucedió una terrible matanza de indígenas en Wolonchán (Chilón). En aquella época “no había quién contara los muertos”, como dijo alguna vez Andrés Aubry. Más de 50 víctimas olvidadas. Más que en Acteal, ocurrido en 1997, cuando la noticia dio la vuelta al mundo, puso a temblar al gobierno de la República y sigue siendo una herida viva. Chiapas ya era otro, y don Samuel tenía gran mérito en ello. Los indios ya contaban. No en balde aquí es una de las cunas de la conciencia moderna de los derechos humanos.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, o Frayba, fue creado a fines de 1988 por el propio Ruiz García; lo presidió hasta este martes 24. El Frayba expresa hoy: “En su incansable lucha por la defensa de los derechos humanos, fue inspirador y guía de varias organizaciones civiles y de procesos sociales en la construcción de la justicia, mediador en los diálogos entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno mexicano, un gran teólogo de la liberación e impulsor de la teología india. Fue candidato al Nobel de la Paz y recibió distintos reconocimientos por su trabajo en la defensa de los derechos humanos”.

El Frayba ratifica su compromiso “de caminar al lado y al servicio del pueblo pobre, excluido y organizado que busca superar la situación socioeconómica y política en que vive, tomando de él dirección y fuerza para contribuir en su proyecto de construcción de una sociedad donde las personas y comunidades ejerzan y disfruten todos sus derechos a plenitud”.

Por su parte, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo en Chiapas manifestó: “No olvidamos las muestras de solidaridad incondicional que nos brindó en las diversas etapas de lucha y conflictos que hemos enfrentado como pueblos indígenas y como organización, ante el Estado que no cesa en exterminar todo intento organizativo del pueblo”.

Recuerda “su colaboración y apoyo incondicional a las luchas en diferentes rincones del país, por la liberación de los presos políticos y de conciencia, contra la explotación minera, por la presentación con vida de los desaparecidos y el respeto a los derechos humanos, a favor de los oprimidos y explotados”.

Nacimiento del Obispado de Las Chiapas en SCLC...


Posted by Mandujano

Diócesis de San Cristóbal de las Casas: 37, 158 Km2, 48 municipios

Diócesis de Tapachula 12, 023 km2

Diócesis de Tuxtla Gutiérrez 26, 209 km2

Génesis de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

Era el año de 1545 cuando Fray Bartolomé de Las Casas, nuestro primer Obispo, llegó a estas tierras. A toda hora predicó el Evangelio y creyó en las culturas autóctonas, empeñándose en rescatarlas y darles su justo valor.

Fray Bartolomé es un testimonio vivo de denuncia contra la situación de pobreza, explotación, desprecio y marginación que los pueblos indios sufrían a mano de los conquistadores.

Hasta el día de hoy, el recuerdo y la herencia de Fray Bartolomé siguen siendo interpelación para trabajar decididamente en favor de los hermanos, hombres y mujeres, que sufren, e inspiración para comprometernos en la defensa de sus derechos, no sólo como personas sino como pueblo.

Cuando la Diócesis de Chiapas fue creada, el 19 de marzo de 1539, comprendía todo el territorio actual del Estado. Para acercar al Obispo con su pueblo, la Diócesis se dividió en tres partes, dando origen a las Diócesis de Tapachula (1957), Tuxtla Gutiérrez (1965) y San Cristóbal de Las Casas.

Nuestra Diócesis ha tenido un total de 38 obispos (que ejercieron, porque hay 16 más nombrados, que no llegaron a la Sede).

Don Samuel Ruiz García fue consagrado en San Cristóbal el 25 de enero de 1960.

Como obispo coadjutor, Don Raúl Vera, O.P., llegó el 4 de octubre de 1995.

Nuestro actual hermano Obispo, Don Felipe Arizmendi Esquivel, asumió su cargo el 1° de mayo de 2000.

El 10 de Julio de 2003, fue ordenado aquí Mons. Enrique Díaz Díaz, nuestro Obispo Auxiliar.

Obispos del Siglo XVI

1. Fray Bartolomé de LAS CASAS (1545-1546) dominico, español.

2. Fray Tomás CASILLAS (1552-1568) dominico, español.

3. Fray Pedro DE FERIA (1575-1588) dominico, español.

4. Fray Andrés de UBILLA (1592-1602) dominico, español criado en México.

Obispos del Siglo XVII

5. Fray Tomás BLANES (1609-1612) dominico, español.

6. Fray Juan ZAPATA Y SANDOVAL (1613-1621) agustino, mexicano.

7. Don Bernardino SALAZAR (1623-1627) diocesano, español.

8. Fray Marcos RAMÍREZ DE PRADO (1635-1639) franciscano, español.

9. Fray Domingo R. de A. VILLAESCUSA (1641-1651) jerónimo, español.

10. Fray Mauro de TOVAR (1655-1666) benedictino, español.

11. Don Marcos BRAVO DE LA SERNA (1676-1680) diocesano, español.

12. Fray Francisco NÚÑEZ DE LA VEGA (1684-1706) dominico, colombiano.

Obispos del Siglo XVIII

13. Fray J. B. Álvarez DE TOLEDO (1708-1713) franciscano, guatemalteco.

14. Don Jacinto OLIVERA y PARDO (1713-1733) diocesano, oaxaqueño.

15. Fray José CUBERO y R. de A. (1736-1752) mercedario, español.

16. Fray José Vital de MOCTEZUMA (1754-1766) mercedario, mexicano.

17. Don Miguel SILIEZA (1767) diocesano, guatemalteco.

18. Fray Juan M. de VARGAS (1770-1774) mercedario, peruano.

19. Don Francisco POLANCO y L. (1777-1784) diocesano, español.

20. Don Francisco G. de OLIVARES y B. (1790-95) diocesano, español.

21. Don José Fermín FUERO (1795-1800) diocesano, español.

Tomado de http://eloficiodehistoriar.com.mx

Homilía de Raúl Vera López por la muerte de su amigo el obispo Samuel Ruiz García


Homilía de Fray Raúl Vera, O.P.

Obispo de Saltillo

en el funeral por jTatic Samuel Ruiz García

Capilla del CUC

a 24 de enero del 2011

México, D.F.

Estas lecturas que hemos escuchado revelan a don Samuel como un hombre que vivió íntegramente el Evangelio. El texto del profeta Jeremías, de manera espléndida, revela su propia vida. La providencia de Dios quiso que hace cincuenta y un años, dos sacerdotes de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas eligieran para él, el lema que utilizó en su escudo episcopal, que era precisamente “Para Construir y Plantar” que está tomado de este texto del profeta Jeremías.

Don Samuel fue como el profeta Jeremías, un hombre que vivió y experimentó la contradicción. Una persona cuyas acciones eran discutidas y condenadas por una parte de la sociedad, pero para los pobres y para quienes hemos trabajado junto con él, para ellos, don Samuel fue una luz potente en quien se cumplió íntegramente aquello que Dios le dijo al profeta: “Desde hoy te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos, para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar” (Jer.1,10).

Don Samuel llegó a un Chiapas plagado de injusticias y de abusos contra el pueblo indígena y contra los pobres. Le tocó ver con sus propios ojos las espaldas de los hombres indígenas marcadas por el látigo de los finqueros; constató desde la palabra de los pobres indígenas, cuando él llegó a esa zona, que el salario para ellos era de tres centavos al día, y todavía se trataba de un salario que nunca se pagaba, pues existía la tienda de raya. También conoció a las muchachas indígenas sometidas a la “ley de la pernada”, es decir, el patrón, antes de que ellas llegaran al matrimonio, tenía que constatar, uniéndose a ellas, su virginidad.

Toda esta situación de injusticias, de abusos, de trato inhumano para los indios mayas, es lo que no sólo con su palabra de verdad, de justicia y de amor en su proclamación de la dignidad que tienen los hijos y las hijas de Dios denunció, sino sobre todo con la construcción de una Iglesia en la que puso los medios para que toda esa serie de injusticias y maltratos desaparecieran a través de las instancias que poco a poco se fueron construyendo, en donde por medio de la evangelización, quienes habían sido esclavos, quienes estaban sometidos, quienes no tenían voz, conocieran la dignidad que Dios les dio desde su nacimiento. Y esos mismos indígenas hombres y mujeres, por medio de su participación activa y la construcción de esas instancias, participaron en el cambio de las estructuras sociales, en las que se justificaba y se instrumentaba el trato inhumano que recibían.

De esta manera jTatic Samuel ayudó a que quienes eran oprimidos y humillados, se convirtieran como anuncia el profeta Isaías, en robles de justicia, reparadores y reconstructores de ciudades devastadas (Cf. Is. 61,3-4).

Todos y todas somos testigos, quienes colaboramos con él en Chiapas y quienes conocieron su obra desde otros espacios, de lo que significó para él este trabajo por la liberación de los pueblos mayas que viven en Chiapas. Entendemos perfectamente por el texto del profeta Jeremías de dónde le venía la fortaleza inquebrantable que lo caracterizó.

Como si estuvieran grabadas en su corazón estas palabras: “Mira que hoy te he convertido en plaza fuerte en pilar de hierro, en muralla de bronce, frente a toda esta tierra… Te harán la guerra, más no podrán contigo, pues contigo estoy para salvarte” (Jer. 1,18-19).

El texto de la Carta a los Romanos describe por boca de San Pablo el ánimo que caracteriza a los elegidos de Cristo: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿La tribulación?, ¿La angustia?, ¿La persecución?, ¿El hambre?, ¿La desnudez?, ¿Los peligros?, ¿La espada?… En todo esto salimos vencedores gracias a Aquél que nos amó” (Rm. 8, 35.37)….

Hoy en la Pascua de jTatic, nosotros y nosotras estamos celebrando su triunfo, con la fuerza de Cristo, sobre todos estos obstáculos; él nos deja la herencia de la esperanza en un mundo diferente, en un México justo, en un México en el que reine la paz. Con su sabiduría de la vida, con su testimonio de fe, con su amor por la familia humana, nos dice: TIENEN QUE LUCHAR, TIENEN QUE SER VALIENTES, PUES EL TRIUNFO DEL BIEN SOBRE EL MAL ESTÁ ASEGURADO. QUE NO DECAIGA NUNCA SU FORTALEZA, QUE NO LES VENZA NUNCA EL DESÁNIMO.

El comienzo del Sermón de la Montaña que nos muestra el evangelio de Mateo con el discurso de las bienaventuranzas, nos demuestra la calidad del hombre que fue jTatic Samuel, ya que encarnó en toda su integridad la palabra de Jesús. Hoy, con toda verdad, podemos llamar a jTatic, bienaventurado. Por su identificación con los pobres y afligidos, por su perseverancia para vencer el mal a fuerza de bien, por las lágrimas que le vimos derramar al lado de los humillados víctimas de la crueldad humana a los que él les enseñó a trabajar por la justicia, liberándose de cualquier sentimiento de rencor y de cualquier movimiento de venganza, confiando en que el Señor, es la recompensa de los justos.

Él es un ejemplo de los hambrientos y sedientos de justicia; con todas sus fuerzas trabajó por desterrar la injusticia y suplantarla por la justicia. Con todas sus fuerzas mantuvo por encima de todo su lucha por el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de todos y todas. No había sufrimiento que no tocara su corazón. Siempre ante quienes lo calumniaron, lo trataron de detener por los medios más ruines en este trabajo por el bien de la comunidad humana, don Samuel actuó siempre con misericordia ante ellos, esperando con paciencia que un día entendieran cuál sería el fin desastroso de sus vidas si seguían adheridos al mal, a sus ambiciones y a su egoísmo.

Don Samuel tuvo ojos para ver la imagen de Dios en cada uno de sus hermanos y hermanas porque tenía el corazón limpio. Y con toda verdad vemos que hasta el final de su vida se conservó como un auténtico hijo de Dios por su trabajo por la paz, que nace de la justicia y del amor.

Dichoso tú, jTatic Samuel, perseguido por la causa de la justicia, porque tuyo es hoy en plenitud, el Reino de los Cielos. Dichoso tú, jTatic Samuel, que fuiste objeto de injurias y calumnias; de innumerables persecuciones, de vituperios, de insultos por la causa de Jesús, que es la plenitud de la vida de los pobres, la plenitud de la vida para todos los seres humanos en esta tierra. Alégrate ahora y salta de contento ante Dios porque esto lo sufriste por ser profeta fiel de Jesús. DICHOSO TÚ, JTATIC SAMUEL, QUE HOY DISFRUTAS DE LA RECOMPENSA DE LOS JUSTOS.

"HASTA SIEMPRE" JTATIC SAMUEL JCANAN LUM RUIZ GARCIA

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