miércoles, 31 de agosto de 2011

Revive el debate sobre la Ley de Medios



Reunión de la JUCOPO con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad el 17 de agosto. Foto: http://www.diputadosfederalespan.org.mx/

En los encuentros que ha sostenido el Movimiento de la Paz con Justicia y Dignidad con el Congreso se ha vuelto a poner sobre la mesa la necesaria reforma al marco jurídico de los medios de comunicación.


Primero en el encuentro sostenido en el Alcazar de Chapultepec el 28 de julio, y luego en la reunión con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados el 17 de agosto, Aleida Calleja, actual presidenta de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI) enfatizó que sin una ley de medios no será posible la reconstrucción del tejido social.

Por su parte el Diputado Javier Corral, principal promotor de la democratización de los medios de comunicación, ha señalado que la aprobación de la reforma política debe acompañarse por una reforma a la ley de medios.

Aleida Calleja señaló en el Alcazar: “una parte central de la defensa de los derechos de las víctimas, de la reconstrucción del tejido social, del impulso de los procesos de paz, de la posibilidad de tener la información como un recurso social, indispensable para que se escuchen las voces diversas y plurales, pasan necesariamente por una transformación del modelo mediático que actualmente tenemos en el país.”

Por su parte Javier Corral mencionó: “Sería de alto riesgo para la vida democrática del país mandar varias de las instituciones de la democracia representativa al mundo de los poderes fácticos, pues los referéndum, las iniciativas, los plebiscitos pues nos los van a ganar Televisa y Televisión Azteca si no tenemos una legislación de medios acotada en términos de reglas para la competencia de límites a la propiedad cruzada, de reconocimiento a los medios públicos, del establecimiento del régimen legal de la radiodifusión comunitaria, sea para radio o para televisión.”

¿Por qué es importante una reforma a la ley de medios?

La información es uno de los elementos fundamentales para una mejor participación del ciudadano en democracia, y los medios de comunicación (principalmente la televisión) constituyen la fuente principal de información de la mayoría de los habitantes del país. 8 de cada 10 personas reconocen que se informan a través de la televisión


Sin embargo, en México los medios de comunicación se encuentran en pocas manos lo que ocasiona que sólo unos pocos decidan lo que se informa a la mayoría. En la radio 13 cadenas dominan el 70% de las estaciones comerciales, y en la televisión 2 empresas (Televisa y TV Azteca) tienen el 95% de las concesiones.



Además, los medios públicos (llámese canal 11, canal 22 o canal 34, por citar algunos) no tienen las condiciones para fungir como contrapeso de la televisión privada porque tienen un escaso presupuesto debido a que no pueden comercializar sus espacios, no tienen un marco jurídico que les garantice independencia del poder público y tampoco poseen la cobertura nacional para que sus canales puedan ser sintonizados por la mayoría de la población.

Por eso es necesario que haya mayores jugadores en la televisión y en la radio, se fortalezca a los medios públicos, y para que eso suceda, el Ejecutivo debería licitar nuevas estaciones y nuevos canales, o el Legislativo mandatar desde la ley para que esto se realice.

¿Por qué es necesario para la reforma política?

Un ciudadano más y mejor informado tendrá una mejor participación en democracia. Esto quiere decir que se preocupará más por los problemas públicos, exigirá rendición de cuentas a sus gobernantes, colaborará en la solución de los problemas públicos y emitirá un voto razonado en las elecciones.

La reforma políticaotorga herramientas para que el ciudadano tenga una mejor participación en democracia. La reelección, la iniciativa ciudadana, la consulta popular, el plebiscito, sin embargo, si no se avanza la formación de un ciudadano mejor informado, estos instrumentos servirán de muy poco.

O lo que es peor, imaginar cómo se convertiría en un laste el que medios como Televisa apoyen a un candidato ciudadano (recordemos como en 2006 un precandidato surgido de la nada pero que se promovió algunas semanas en la televisión, Bernardo de la Garza, aumentó su presencia y aceptación ciudadana por casi 12 puntos porcentuales), suponer la consulta ciudadana sobre la misma ley de medios difundida a través de TV Azteca, o pensar en el gasto en medios de un gobernador, alcalde o legislador que se busque reelegir.

El duopolio televiso ya nos ha demostrado una y otra vez el uso faccioso que le dan a la pantalla. Recordemos como critican una y otra vez la reforma electoral aludiendo a una supuesta libertad de expresión cuando lo que está de por medio son las ganancias que antes tenían por vender tiempo a los partidos para la difusión de su propaganda electoral. Y en esta misma sintonía TV Azteca arremete una y otra vez contra el IFE difundiendo información parcializada.


Es importante aclarar que con la reforma a la ley de medios no se pretende en ningún momento limitar la libertad de expresión, lo que se busca es que haya más pluralidad de información y con ello, el ciudadano tenga la posibilidad de contrastar y formarse su propio criterio.

Y como lo dice Aleida Calleja, la ley de medios no sólo es importante para la reforma política, sino para todos los temas que tienen un interés público y que es importante que se difundan, discutan y deliberen.

Una demanda añeja

La pertinencia de una reforma (o una nueva ley de medios) ha sido debatido en repetidas ocasiones y se han presentando diversas iniciativas. La más integral es la que presentó el diputado Javier Corral Jurado el 8 de abril de 2010.

La demanda de una reforma proviene desde finales de los años 70 del siglo pasado cuando con la reforma electoral de 1977 se añadió al artículo sexto de la Constitución: “el derecho a la información será garantizada por el Estado”.

A partir de ahí han existido números intentos, exigidos principalmente por la sociedad civil, para que el derecho a la información sea garantizado, sin embargo en 1981 el legislativo dijo que no “se le encontró la cuadratura al círculo”, en 1999 el legislativo sucumbió ante una linchamiento mediático que decía que se quería aprobar una “ley mordaza”, en 2002 cuando se avanzaba en la discusión del tema por parte de la sociedad civil con una parte del Legislativo, el Ejecutivo ordenó el decretazo para reducir los tiempos fiscales a los medios y con ello terminó con toda esperanza reformadora, y en 2005 cuando también se discutía en el Senado la reforma integral por algunos legisladores, en la Cámara de Diputados se inició una contrarreforma que de forma inmediata fue aprobada (denominada Ley Televisa).

La Ley Televisa fue impugnada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ésta en junio de 2007, de manera poco usual pero plausible, echó abajo los principales artículos de dicha reforma y ordenó al Congreso volver a legislar.


Posteriormente el Legislativo aprobó la reforma electoral de 2007 y prometió legislar el derecho de réplica en un plazo no mayor a un año.

Sin embargo hasta la fecha no se ha concretado nada. En el Senado, el legislador del PRD, Carlos Sotelo buscó avanzar en una reforma parcial en abril de 2010, y en la Cámara de Diputados Javier Corral presentó una iniciativa integral. Ambos no encontraron la disposición del resto de los legisladores para aprobar dichas reformas.

Ni siquiera se ha avanzado en un dictamen. En la Cámara de Diputados la Comisión obligada a generarlo es la Comisión de Comunicaciones, pero aunque en mayo de este año se distribuyó un pre proyecto de plan de trabajo, hasta la fecha no se han vuelto a reunir para abordar el tema.

¿Por qué no avanza la ley de medios?

Hay que reconocerlo, falta de voluntad política ocasionada por el peso que tienen los medios electrónicos de comunicación hoy en día. Los políticos están dominados por la necesidad de aparecer en los medios, y por lo tanto no hacen nada que pueda afectar a los radiodifusores. Incluso, los medios tienen sus representantes directos en la política.

La política de hoy pasa por los medios (Manuel Castells lo llama la política mediatizada). Esto ocasiona que el político esté más necesitado de aparecer en la televisión que en realizar su trabajo legislativo, que le importe más decir frases que impacten en los medios que en ofrecer un discurso articulado, en quedar bien con el concesionario de Televisa y TV Azteca (que para colmo son de los más ricos del país), que en legislar una ley que beneficie a la mayoría y qué afecta a la élite empresarial de los medios.

Pero también los medios tienen sus propios legisladores, se les denomina la telebancada y está conformada por legisladores del Partido Verde Ecologista de México y del Partido Revolucionario Institucional, y cabildean directamente en el Congreso, inclusive presiden comisiones, para que avancen las iniciativas que les favorecen, y se vayan a la congeladora las que no.

Y cuando se acercan los periodos electorales la dificultad para que estas reformas prosperen aumenta porque son tiempos donde el político necesita aparecer en los medios para tener mayores posibilidades de victoria electoral.

Perspectivas

Es casi imposible que se apruebe las reformas a la ley de medios en los meses que le quedan a la presente legislatura. Como dice el diputado Javier Corral: “no veo una clase política con la altitud de miras necesaria para legislar por el bien común.”

Tiene que ser la sociedad civil quien debe presionar a los políticos para que cumplan con la función que le corresponde. Como lo dijo Julián Le Barón, lo que se requiere es una reforma ciudadana, “ni el gobierno ni nadie van a hacer por nosotros lo que nosotros no estamos dispuestos a hacer por nosotros mismos.”

Enhorabuena por el movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia y por volver a poner en la mesa la necesidad de una reforma a la ley de medios que tanto le hace falta a nuestro país.



Organizaciones denuncian 28 desapariciones forzadas de defensores de DDHH



La Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada en México reveló que de 2005 a la fecha han registrado 28 desapariciones forzadas de defensores de Derechos Humanos. Fue en el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido.

Además, el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas informó que desde 2006 han desaparecido alrededor de 3 mil personas en México.

Las más de 70 organizaciones que integran la Campaña denunciaron que "hasta la fecha existe 100% de impunidad en todos estos casos".

Del mismo modo, la acusación señala que familiares de las victimas no pueden recurrir a instancias internacionales por la negativa del Estado mexicano de reconocer su competencia. Se hizo referencia a entidades como el Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas.

Los organismos añadieron que el incremento en las cifras de este delito es un claro ejemplo de que no existe voluntad política de las autoridades para erradicar esta problemática.

Ante tal escenario, las agrupaciones establecieron un pliego de 16 puntos al Gobierno mexicano.

Allí se exige la promulgación de una Ley contra la Desaparición Forzada de Personas a fin de garantizar la prevención, sanción y erradicación de esta práctica.

Demandaron que las autoridades creen un registro público nacional de personas desaparecidas forzadas. Agregaron que el diseño, implementación y seguimiento del registro cuente con la participación de la sociedad civil.

Por último, solicitaron que el Estado funde una instancia especializada para la localización de personas desaparecidas.(PÚLSAR)

al/Alejandro Pacheco (Corresponsales / México)
31/08/2011