lunes, 8 de noviembre de 2010

En aumento la violencia en México: Obispo


Carlos Herrera/Corresponsal.

San Cristóbal de Las Casas, Chis. 7 de Noviembre. El obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, dijo que en México “aumenta la violencia y la inseguridad”, ya que incluso miembros de la iglesia católica han sufrido en días recientes actos delictivos en Chiapas.

En la entrevista que concede cada domingo en la Catedral, el obispo informó que el viernes pasado el Padre Marcelo Pérez, párroco de Chenalhó, dejó su camioneta Nissan doble cabina en la calle de una casa aquí en la ciudad de San Cristóbal, y al amanecer, descubrió que se la habían robado.

Comentó que “con dificultad le ayudamos a comprar” la camioneta, con recursos que “conseguimos en Alemania para poderla conseguirla; ojalá que los ladrones se arrepintieran”, pues es un medio indispensable para su servicio pastoral en las comunidades, y ahora lo dejan sin ese apoyo”.

Arizmendi consideró que “esta es una situación de violencia y lo digo ahora de un sacerdote, pero ustedes saben que acontece frecuentemente con cualquier persona y con cualquier ciudadano. Lamentablemente son camionetas muy comerciales, Nissan blanca, doble cabina, que las utilizan por todas partes, para todo tipo de servicios, por eso son de las más atractivas para robar”.

Explicó que el padre Marcelo es un sacerdote indígena tsotsil que vive pobremente y la Parroquia del municipio de Chenalhó no le puede ayudar a comprar en cualquier momento otro vehículo, “ojalá los ladrones regresaran la camioneta y quien sepa dónde se pueda localizar, nos avise”.

Dio a conocer que el viernes pasado alguien llamó a su casa “-estando yo ausente por la visita pastoral que hice en Ocosingo-, tratando de extorsionar a la familia con informaciones falsas, como si se tratara de los Zetas. No se les hizo caso y nada más ha sucedido. Se les colgó la llamada cuando se vio que era ese tipo de amenazas que acostumbran hacer sólo para extorsionar”.

Pero también en la semana pasada, “usando el nombre de un presidiario de la ciudad de México, alguien me envió un fax pidiéndome en calidad de préstamo la cantidad de diez mil pesos, diciéndome que es hermano de un sacerdote de esta diócesis. Consulté el caso con este sacerdote, y me confirmó lo que yo sospechaba: que tal petición no tiene fundamento y es falsa”.

Indicó que le daban hasta números de teléfonos de la ciudad de México “a donde yo debería conectarme para quedar en acuerdo dónde y cómo yo les depositaría esta cantidad, era pequeña pero así se van haciendo las cosas, los fraudes y las extorsiones ahora ya no son de muchos millones de pesos; como amenazan tanto, hay muchas personas que se intimidan y hacen caso de eso”.

“Mi llamado de atención no es tanto por buscar un protagonismo personal, sino para advertir que nadie está exento de este tipo de acciones fraudulentas y para que tengamos más cuidado todos”, sostuvo.

Hizo un llamado a la comunidad para que no se deje sorprender por las más varias formas de extorsión que se están extendiendo. “En algunas comunidades de México y concretamente en Palenque cómo muchos Zetas y organizaciones criminales, se han dedicado a extorsionar a los migrantes que vienen del Centro y Sudamérica en su paso a los Estados Unidos”, manifestó el religioso.

Y es que bandas delictivas detienen a migrantes, los llevan a casas de seguridad, a veces con connivencia de policías y los obligan a que sus familiares depositen determinadas cantidades en x cuentas, sino los torturan, violan a las mujeres y llegan hasta matarlos, son distintas formas de extorsión.

Invitó a los padres de familia a cuidar más la educación integral de sus hijos a partir del buen ejemplo, pues una familia desintegrada es fuente de delincuentes; que nadie conciba o tenga hijos fuera del matrimonio, pues son materia prima para todo tipo de delincuencia cuando crecen sin hogar.

“Más que una llamada de atención a las autoridades y una insistencia en la generación de empleos, invito a la comunidad a salvaguardar la familia, que es la que más puede educar, con la ayuda de la escuela, las iglesias y los medios de comunicación. Yo procedo de una familia campesina, no rica, pero donde nuestros padres estuvieron siempre muy unidos, fueron muy trabajadores y nos dieron buenos principios. Esto es lo que más salva a las familias y a la sociedad”, concluyó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario