martes, 19 de julio de 2011

Algunas problemáticas que enfrentamos las mujeres MLN


Algunas problemáticas que enfrentamos las mujeres
  
La historia nos muestra que toda clase oprimida ha conseguido
 la verdadera liberación frente a sus amos gracias a sus propios esfuerzos,
es necesario que la mujer aprenda esta lección y
que se dé cuenta de que su libertad llegara tan lejos como llegue su fuerza.
Emma Goldman

Nosotras, las mujeres del siglo XXI recogemos todas las batallas de aquellas que en el pasado reivindicaron nuestros derechos, la lucha por la paz, contra la guerra imperialista, y de afirmación de otras formas de vida frente a la capitalista.

En México, el capitalismo, patriarcado y colonialismo, se han establecido históricamente: llevan la marca de la conquista. Por ello cuando se analiza la violencia contra las mujeres, debemos mirar la historia de impunidad y referirnos a los primeros hechos fundacionales del capitalismo en el país: los “vencedores” se apropiaron al mismo tiempo de territorios, de riquezas, de los cuerpos de las mujeres indígenas y de las esclavas negras. Y lo siguen haciendo, como parte de la recolonización de estas tierras. En los últimos años, la mercantilización de todas las dimensiones de la vida, acentuó también la mercantilización de los cuerpos de las mujeres.

Este encuentro se realiza en un contexto que nos interpela. Estamos frente a una política de exterminio,  contra políticas de recolonización, de saqueo, de destrucción de la naturaleza y de la vida, y frente a la declaración de un estado dictatorial al que el pueblo mexicano dice ¡Estamos hasta la madre!

Ante la crisis general en que se debate el capitalismo neoliberal y la crisis del gobierno y el régimen político oligárquico, la alta burocracia y los empresarios nacionales y extranjeros que  impusieron a Felipe Calderón en la presidencia han optado por radicalizar los proyectos y las reformas neoliberales que llevan a la anexión de nuestro país a los Estados Unidos y a la implantación de un régimen policiaco militar. Tal circunstancia, además de las experiencias de 20 años de resistencias e insurgencias electorales y civiles, pacificas e insurreccionales en México, América Latina y el Caribe, nos enseña que no será posible iniciar cambio significativo alguno del régimen oligárquico y de las políticas neoliberales, sí un nuevo bloque nacional popular no toma en sus manos el gobierno; y en ese bloque popular las mujeres somos imprescindibles.

Sabemos que la crisis actual es la más grave en nuestra historia reciente, similar a la de Independencia, Reforma y Revolución, semejante a la que desató la Segunda Guerra Mundial. Estamos plenamente conscientes que con todo y procesos electorales, la oligarquía, el imperio y sus políticos han elegido el camino de simulación democrática, de la manipulación mediática y el terror de estado. Pero también nos damos cuenta que en la historia también cuenta nuestra voluntad, nuestra capacidad de organización e iniciativa. Las mujeres no sólo buscamos el reconocimiento de nuestro género, ni la inserción a la política tradicional, la lucha no se agota ahí, la historia nos ha enseñado que la condición biológica no alcanza para ser portadoras de un cambio estructural, ya que en muchos casos, las mujeres reproducen lógicas matriarcales y se asocian a esos modelos de poder, para legitimar su rol.

Nosotras creemos en un proyecto de liberación nacional donde aportemos a las batallas por la desmercantilización y descolonización de todas las dimensiones de la vida,  a la creación activa de nuevos vínculos en los movimientos populares.  Intentamos construir un camino para la interlocución entre las experiencias de resistencias a las distintas opresiones; entendiendo que ser feministas es ser antirracista, que ser socialista es ser feminista, que ser antipatriarcal es ser antiimperialista.

¿Cómo imaginamos las transformaciones que permitan cambiar la cultura hegemónica androcéntrica? ¿Qué estrategias nos planteamos para ello? ¿Cómo haremos para que el feminismo no sea sólo un lugar que permita pensarnos y pensar las emancipaciones de pequeños colectivos de mujeres, que intentamos vivir en nuestras experiencias personales cotidianas, con códigos diferentes, impugnadores del patriarcado, del capitalismo, del colonialismo? ¿Nos interesa realmente romper el corralito feminista, la política de ghetto, para batallar por que esta experiencia se multiplique y se vuelva en plazos históricos reales, parte de una nueva cultura política que abarque a la mayor parte de nuestra sociedad y que altere de modo fundamental la vida de las mujeres, y de otros sectores subalternos?

¿Cómo rescatamos en nuestra praxis, la subversión de la vida cotidiana - revolución en las casas, en las plazas, en las camas - y al mismo tiempo la subversión de un mundo que condena a las mayorías a la miseria?

Es necesario asumir todas las dimensiones de esta batalla, como un gesto cotidiano de descolonización y liberación. Más de cinco siglos de opresión, pero también, más de cinco siglos de rebeliones frente a la misma, escriben una memoria fértil que necesita ser reaprendida y re-enseñada desde el feminismo, si éste se coloca de cara a los dolores y urgencia de las mujeres oprimidas en México, y en el mundo; y junto a ellas, de cara a todos los oprimidos.


¡No hay revolución sin la participación de las mujeres!

Mujeres del Movimiento de Liberación Nacional

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