jueves, 21 de julio de 2011

INFAMIA (I de II) sobre el caso Jacobo Elnecavé

 fuente Linea Sur

 De: José López Arévalo

 Cada suceso tiene dos o más versiones.  

Dicen cuando la historia se repite, primero lo hace como tragedia, después como comedia. Pero, debe pasar tiempo. Se supone.  

En el caso del (ex)comunicador gubernamental Jacobo Elnecavé  ya no se sabe ni qué pensar.  

Los hechos:

Sufrió lesiones en el rostro en el conocido antro “Cabaret”, la madrugada del domingo 19 de junio de 2011  

Todo indica fue un altercado normal, de una noche de copas. Una noche loca…  
Pero politizó el caso.  

En lugar de buscar minimizar el altercado, pretendió sacar raja.  
Hizo caso omiso de aquel memorándum del gober Juan Sabines Guerrero hace dos tres lunas donde instruía a sus subalternos a no acudir a centros espirituosos para evitar situaciones de bochorno.
                      
De escándalo.  

Hicieron caso omiso. Mandaron a sus plumas y voces, legales e ilegales (trolles), a pedir “el esclarecimiento de la brutal agresión” perpetrada por quienes etiquetan como 

enemigos sistemáticos del gobierno.  

En un principio se habló del exgobernador Pablo Salazar (hoy encarcelado) y del clan Álvarez Puga. Pero comenzaban a insinuar el corresponsal de Proceso, Isaín Mandujano y uno de los priistas mejor posicionado en el ánimo del electorado para ser el futuro gobernador, José Antonio Aguilar Bodegas, estaban inmiscuidos en la artera agresión. 

Eran autores intelectuales.  

De pronto, por arte de magia, apareció como el directamente involucrado Isaín Mandujano.  

Nadie creyó tal estupidez. Tal mamada.  

Sólo voceros del poder dieron crédito y arremetieron contra uno de los periodistas más prestigiados de Chiapas.  

Fue tan perversa la campaña de linchamiento que la familia Ángeles Mariscal-Isaín Mandujano envió a sus hijos fuera del seno familiar y consideraron seriamente exiliarse allende el estado.  

Por ello apelamos a la solidaridad de organizaciones de apoyo a periodistas para que intervinieran y frenaran la infamia.  

La Casa de Protección a Periodistas, que comanda el kamarrada Rogelio Hernández, acudió al llamado.  

Se dio la reunión entre los periodistas agraviados con el gober, teniendo como garantes de los acuerdos a la mencionada Casa y la Comisión de los Derechos Humanos en Chiapas. La compañera Sandra de los Santos en representación de “los indignados”.    
El gobernador reconoció la inocencia de Chaino y calificó de pendejos a quienes así lo asumieron, creyeron y difundieron.  

Y sacrificaron el cráneo del titular de la Fiscalía para la Protección de los Periodistas –dependiente de la PGJE-, Ignacio Soberano.  

Mero chivo expiatorio.  

Pero su silencio cómplice lo hace corresponsable. Mínimo.  
Por servil.   En fin...    

Parecía el asunto Elnecavé debía mantenerse en el bajo perfil que merecía, acorde a su estatura pública.  

Pero no, el auto reivindicado judío, le gusta el papel de mártir. De héroe.  
O alguien lo quiere así.  

En todo caso se presta a ser el golpeador oficioso de los adversarios del actual gobierno.  

Y arremete contra el pasado (Pablo Salazar), pero enfoca su misión en intentar socavar lo que más temen, al futuro. Ven como adversario de cuidado al político mejor posicionado en las encuestas, Jósean.  

Él autor intelectual de la agresión a su comunicador non plus ultra. Jo. (Lo ven con ojos de amor…)  

Él, quien dedicó un suplemento de ocho páginas, en el Diario de Chiapas, para alabar al vocero mudo, David Tovilla, comunicador social de Pablo Salazar; el mismo que jamás marchó contra la “ley mordaza”; el mismo que se presume valiente al criticar… el pasado. Desde la burbuja del poder, claro. 

(Mañana continuamos con el recuento. ¿Es real el deslinde actual de Jacobo o mera maniobra maquiavélica del poder?)  

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