miércoles, 4 de enero de 2012

CRONOLOGIA DEL MOVIMIENTO SOCIAL 4ª PARTE

POR OPEZ-MLN


El acuerdo del 14 de abril no se respeto. Los ganaderos acusaron al CEOIC de haber promovido más invasiones. En julio firmaron-esta vez de forma unilateral-un nuevo acuerdo con el gobierno del estado, el cual se comprometió a desalojar todos los predios invadidos si el CEOIC no aceptaba las ofertas de reubicación en otros terrenos. Pero el hecho de que el gobierno nada mas procediera a desalojar cuatro predios no solo se convirtió en una fuente de irritación para las asociaciones ganaderas, sino que (aún más importante) también era un indicio de la imposibilidad de reubicar por la fuerza a miles de familias campesinas en un contexto político que exigía una buena dosis de cautela. Al miso tiempo el CEOIC reclamo al gobierno y a los ganaderos el fracaso del acuerdo del 14 de abril, señalando el desalojo de varios predios en el municipio de Teopisca en el mes de mayo, la detención y encarcelamiento del dirigente local Enrique Pérez López, y la incapacidad de las autoridades para investigar y dar solución a las demandas presentadas desde el 1° de enero.

El gobierno respondió a la lucha por la tierra de dos maneras. Primero, implemento un programa para comprar a los propietarios privados predios en disputa y revendérselos a los solicitantes de tierra. El gobierno proporciono nuevos recursos a través de fideicomisos que los campesinos se comprometieron a liquidar con sus apoyos del PROCAMPO en un plazo de quince años. La segunda estrategia era menos institucional y consistía en desalojar las tierras invadidas con el apoyo de guardias blancas al servicio de los terratenientes. Como resultado de ello, los conflictos agrarios se han quedado sin solución debido a la corrupción en el caso de la primera estrategia y a la naturaleza obviamente de la segunda. Según datos tomados de fuentes oficiales en agosto de 1995, los campesinos chiapanecos seguían aguardando la distribución de un millón de hectáreas que ya tenían resolución presidencial desde antes de la reforma ejidal de 1992.

LA ARTICULACION DE LAS LUCHAS AGRARIAS E INDIGENAS

Para el CEOIC la identificación de los objetivos sectoriales y los objetivos políticos se volvió evidente en junio, después del fracaso de las pláticas con el gobierno del estado para resolver las disputas agrarias. En una reunión realizada en Ocosingo a principio de julio, los líderes de las organizaciones más independientes expresaron su frustración por el tiempo perdido en las negociaciones. Apoyaron el llamado del EZLN para formar un gobierno de transición y una asamblea constituyente para redactar una constitución. Aquellos líderes que adoptaron una línea más oficialista rechazaron esa posición, y el CEOIC se dividió en dos campos: el CEOIC-oficial y el CEOIC-independiente. A partir de ese momento, el CEOIC-independiente se volvió parte integral de la ASAMBLE ESTATAL DEMOCRATICA DEL PUEBLO CHIAPANECO (AEDPCH), y la mayoría de sus dirigentes apoyó la candidatura de Amado Avendaño en la contienda por la gubernatura en agosto de 1994.

Después de las elecciones de agosto el principal objetivo era impedir que el candidato priista a la gubernatura, Eduardo Robledo Rincón, tomara posesión. Ahora las invasiones de tierras respondían a una insurgencia cívica mas general, que incluía asimismo la ocupación de palacios municipales y la proclamación de gobiernos rebeldes en “regiones autónomas y plurietnicas” en diversas partes del estado. Ante la insistencia del gobierno federal de que Robledo tomase posesión, el CEOIC-independiente rehusó reconocer al gobierno del estado. En tal situación los canales para negociar las reclamaciones agrarias se vieron restringidos al gobierno federal, cuya ofensiva de febrero de 1995 coloco al CEOIC y a otros simpatizantes zapatistas en clara desventaja.

El periodo poselectoral se vio marcado por una creciente violencia en contra de las organizaciones campesinas asociadas con el CEOIC-independiente. En septiembre de 1994 un dirigente del PRD fue asesinado en Jaltenango la Paz. El mismo mes, agentes de Seguridad Publica desalojaron violentamente varios predios en Suchiate. Policías Judiciales impidieron una reunión de la OCEZ-CNPA en Chicomuselo. La insurgencia civil de la AEDPCH comenzó el 20 de noviembre con la ocupación de nueve presidencias municipales y el bloqueo de cinco carreteras. Una marcha realizada en Comitán fue reprimida por policías que abrieron fuego y lanzaron gases lacrimógenos. Cuatro personas quedaron gravemente heridas.

Una de las señales más preocupantes del agravamiento de los conflictos fue la presencia de guardias blancas en el desalojo de predios y palacios municipales. En mayo de 1995, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pidió que se investigara el asesinato de seis campesinos, ocurrido el 10 de enero de 1995 en Chicomuselo, ese día, un grupo de campesinos que pertenecían a la AEDPCH ocupo pacíficamente la presidencia municipal. La policía los desalojos de manera violenta con el apoyo de guardias blancas y terratenientes locales. Aparte de los seis muertos, varias personas más fueron heridas, incluyendo un sacerdote y una monja a los que se les disparo en la iglesia. En abril y mayo de 1995 hubo más desalojos violentos y asesinatos en los municipios de Salto de Agua, Venustiano Carranza, Suchiate y Jaltenango. La expulsión de tres sacerdotes extranjeros de la diócesis de San Cristóbal a finales de Junio también obedeció a los infundados reclamos de los caciques locales en Sabanilla, Yajalon y Venustiano Carranza.

Fue en ese contexto que el CEOIC-independiente acepto negociar con Dante Delgado Rannauro, representante del gobierno federal para los programas de desarrollo social en Chiapas. Las negociaciones no produjeron resultados significativos y los líderes del CEOIC consideraron que Dante Delgado formaba parte del plan de contrainsurgencia del gobierno federal. Era evidente que el gobierno ponía condiciones políticas, forzando a las comunidades a ser leales a una u otra parte, para tener acceso a recursos y dar una solución a las disputas agrarias; para mayo de 1995 estas eran ya más de mil casos que representaban noventa mil hectáreas.

Las pláticas con Dante Delgado también crearon tensiones en la AEDPCH a propósito de si convenía aceptar negociaciones en un momento en que el EZLN estaba siendo atacado. Los zapatistas necesitaban presentar una posición muy fuerte en la negociación y temían que un acuerdo paralelo sobre algo tan fundamental como la reforma agraria en Chiapas podría debilitarlos. Algunos dirigentes del CEOIC y de la AEDPCH argumentaron que querían coordinar sus luchas con las del EZLN pero que no habían recibido respuesta a su solicitud para reunirse con los comandantes zapatistas. En todo caso, los campesinos que enfrentaban el desalojo de las tierras en disputa no podían esperar hasta que el gobierno y el EZLN firmaran un acuerdo de paz. El EZLN y el CEOIC obedecían a dinámicas diferentes y, dados los fallidos intentos de coordinar sus respectivas luchas, la AEDPCH siguió adelante y acordó reunirse con Dante Delgado.

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